
Las Hunter, madres de todas las botas de agua, proceden de Gran Bretaña y fueron idea del zapatero del Duque de Wellington, a quien a principios del siglo XIX se le encargó que fabricara unas botas de piel inspiradas en el modelo de la caballería alemana. A partir de entonces las “wellies” como se llamaban por aquel entonces, proliferaron entre los caballeros británicos.
Fue en 1856 cuando realmente nacen las Hunter, de la mano del empresario Henry Lee Norris quien instaló una fábrica de botas de goma en Escocia, la Hunter Boot Ltd. Tras años de funcionamiento, la compañía experimentó un gran crecimiento durante la I y II Guerra Mundial por la fabricación de botas y material para el ejército británico.
Saltando hasta el 2012, las Hunter se recuperan como parte del nuevo “raining look” primero de las famosas para pasar después a la calle. En la actualidad el material utilizado es caucho vulcanizado con suela de caucho natural. Las Hunter tienen el reconocimiento popular por su resistencia, su comodidad y una completa impermeabilidad.
Se han convertido en un básico del fondo de armario. Son muy atractivas, combinables y se ajustan a todas las situaciones, incluso sin lluvia.
Puedes encontrar múltiples modelos entre los que elegir el tuyo: colores lisos como marrón, negro, rojo, verde, rosa y en novedosos estampados de leopardo, pata de gallo o el clásico cuadro escocés en tonos azules con rayas rojas. Las tienes altas o bajas, con cordones, hebillas o sin adornos.
Union Jack, Gioseppo, Mellow Yellow ,Blanco,Roxy o Hispanitas son algunas de las marcas donde las podrás adquirir. Y como complemento no olvides los calcetines Hunter, de punto de ochos.de pelo, de colores, que sobresalgan por fuera para un toque muy cool.
Fuente Imagen ThinkStock.