
Dentro de esta tendencia masculina, se encuentra también el estilo gótico basado en el cuero, la gama de colores grises y negros y las tachuelas y pinchos tanto en la ropa como en los complementos.

En un punto intermedio está el estilo hípico, que regresa con sus botas de caña muy alta, los pantalones pitillo y las chaquetas de inspiración ecuestre.
En el look más delicado y muy femenino, nos encontramos con un estilo retro que emula a los años 40. Una mujer elegante y dulce, que lleva tejidos de algodones gruesos, bordados, terciopelo, las chaquetas con brocados, capas y estampados de inspiración oriental. Sofisticadas faldas de tubo, minis, pantalones oversize y pirata y los anchos con puño en el tobillo, forman también parte de esta tendencia.
Otro estilo que triunfará será el barroco. Prendas muy recargadas, con aplicaciones de pedrería no sólo en vestidos, sino también en zapatos, cazadoras, bolsos, camisas, collares, jerseys. Se puede decir que la ostentación está de moda así que no escatimes en lucir los brillos que te parezca porque, las perlas, el strass, las piedras, las lentejuelas y todo tipo de abalorios.
En calzado una nueva moda viene pisando fuerte, los slippers, unos zapatos con origen en la realeza inglesa característicos por su comodidad.

Como accesorios, además de pulseras y collares grandes, se sugieren los cinturones tipo fajín para marcar la cintura y para que cualquier atuendo parezca como nuevo.
Elige, prueba cuál es tu estilo, o utiliza uno para cada ocasión y ¡juega con las posibilidades que la moda te ofrece!
Fuente Imágenes ThinkStock.