
Tendencias de Moda en los años 50
Podemos destacar que es una moda muy femenina en la que las faldas y los vestidos son tus prendas estrella. La cintura cobra relevancia y se marca todo lo posible con faldas de talle alto y ceñido, lo que conocemos por cintura de avispa. Como ves, la moda de los años 50 definieron a una mujer bella y coqueta a la que le encantaba realzar su feminidad.
Encontramos dos tendencias propias de la moda de los años 50: las faldas pueden caer en varios volúmenes, es decir, ser voluptuosas, o pueden moldear nuestra figura con un corte tubo hasta la rodilla, siendo tus caderas la parte más destacada. ¡Las curvas son las protagonistas!
Los tejidos predominantes de la época son suaves como la seda o el raso, y como puedes observar, son propios de un estilo muy femenino. Los colores lisos más recurrentes son el blanco, el rojo o el negro. También podemos encontrar estampados fantasía y camisas a cuadros anudadas dejando entrever el ombligo si lo que buscas es un look más informal, ¡estarás realmente sexy!
Para las prendas de abrigo, ya pensadas de cara al otoño, destacan los jerseys amplios que combinan muy bien con leggins, y que además marcan tu silueta precisamente dejando ver la tendencia de las curvas y del sensualismo propio de los años 50. Del mismo modo, los boleros y las chaquetitas cortas no pueden faltar en tu armario.
A la hora de escoger complementos que sean acordes a la moda de los años 50, debes de tener en cuenta que los tacones de media altura, que no superan los 10 centímetros, extra finos o los coquetos peep toes son los que más se llevaban entonces. De igual manera, los bolsos pequeños o las carteras de mano son los más habituales en este estilo. Muy elegante y con un toque vintage.
Precisamente este toque vintage lo podemos encontrar en diademas, las gafas de sol del cat-eye, los sombreros, los tocados, las carteras, los guantes, los collares, los pendientes de perlas y los pañuelos en colores brillantes, que también eran muy vistosos en los años 50.
La mujer sensual de los años 50 utilizaba un maquillaje sofisticado. Sus ojos tenían un especial protagonismo y era habitual utilizar un delineador negro, un pintalabios color rojo pasión y tener unas pestañas muy bien definidas. La idea era estar sexy sin perder elegancia y estilo.
El estilo pin-up requiere tener una piel cuidada sin imperfecciones y sin broncear. La mirada tenía un misterio y sofisticación especial gracias a combinaciones acertadas entre claros y oscuros.
El delineador se aplica, sobre todo, en el párpado superior y con él se hace el sexy rabillo -prolongando la línea ligeramente desde el final del párpado hasta la sien-.